Acceso equitativo a servicios de salud integrales y de calidad para fortalecer los sistemas de salud
- reliasmelgen
- 19 nov 2022
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La persistencia de barreras de acceso a servicios de salud representa un grave problema de salud pública ya que se pueden evitar muertes prevenibles si los sistemas de salud ofrecieran servicios accesibles, oportunos y de calidad. La responsabilidad de las autoridades de salud en esta materia es esencial y fundamental.
Algunos datos, a modo de contextualizar es que el 29.3% de las personas en los países de las Américas reportaron no buscar atención en salud cuando lo necesitaron debido a múltiples barreras de acceso, 17,2% atribuyó su decisión a barreras organizativas (ej. largos tiempos de espera, horas de atención inadecuadas, requisitos administrativos engorrosos, poca respuesta a la demanda de atención en las unidades del primer nivel de atención, etc.); las barreras financieras fueron reportadas en el 15,1% de los casos, la disponibilidad inadecuada de recursos (ej. falta personal de salud, medicamentos e insumos) en el 8,4% de los casos y las barreras geográficas en el 5,4% de los casos; es importante destacar que el 8,0% atribuyó su decisión a barreras de aceptabilidad (ej. barreras lingüísticas, falta de confianza en el personal de salud o maltrato por parte del personal, preferencia por la medicina tradicional e indígena) y las personas en el quintil de riqueza más pobre fueron más propensas a experimentar barreras de aceptabilidad, financieras, geográficas y de falta de disponibilidad de recursos.
República Dominicana, que no escapa a esta realidad regional, el porcentaje de la población que no busca atención cuando lo necesita ha venido aumentando; por el lado de la demanda, las principales razones son la posibilidad de resolver el problema de salud por sí mismo y no considerarlo necesario, seguido de no contar con el dinero para consultar o no encontrar los horarios convenientes; destacándose principalmente barreras de accesibilidad financiera como elevado gasto de bolsillo, que en muchas ocasiones pone en riesgo la estabilidad financiera de la población, existiendo además una importante dispersión en las tarifas de los servicios de salud.
Por otro lado, están las barreras por accesibilidad geográfica relacionadas con la falta de infraestructura y de recursos críticos del sistema de salud, donde algunos usuarios deben desplazarse largas distancias para poder acceder a los servicios de salud en particular en zonas rurales y en el primer nivel de atención en donde en algunos casos estos servicios no están disponibles las 24 horas.
Así mismo las barreras organizativas, con negaciones de servicios, trámites administrativos adicionales que entorpece el acceso, amplio desconocimiento de los derechos por parte de las personas usuarias al sistema con asimetría en la información y baja confianza en los servicios por el tema de infraestructura y calidad que se traduce en una alta insatisfacción.
Contribuyen con estas barreras en el acceso, la fragmentación de los servicios de salud, el enfoque centrado en la enfermedad limitado a los cuidados curativos con vínculos episódicos entre las personas y los profesionales de la salud, los programas de promoción y prevención verticales con enfoque de cobertura sin énfasis en el acceso y la calidad, la baja capacidad resolutiva de los servicios de salud, sobre todo en el primer nivel de atención, contextos que no favorecen la cultura de calidad, inadecuada disponibilidad, capacitación y educación continua de los recursos humanos de salud, el limitado acceso a medicamentos y otras tecnologías de la salud y el financiamiento insuficiente e inadecuado.
El Acceso equitativo a servicios de salud integrales y de calidad, incluye acciones para garantizar el acceso a los servicios de salud pública integrales y de calidad, ampliados progresivamente, y coherentes con las necesidades de salud; así como las capacidades del sistema y el contexto nacional, a través de la organización y la gestión de servicios de salud centrados en la persona, con enfoque de riesgo familiar y comunitario, curso de vida, determinaciones sociales de la salud y salud en todas las políticas.
Abarca también la ejecución de estrategias para asegurar el acceso equitativo, universal, costo efectivo y sostenible a medicamentos y tecnologías de la salud, la integración y la coordinación de los servicios de salud con otros actores públicos y privados, sectores del desarrollo y gobiernos locales para abogar y abordar las necesidades de las personas y las prioridades de salud.
En definitiva, el garantizar el acceso equitativo de los servicios de salud integrales y de calidad responde a los valores del derecho a la salud, la solidaridad y la equidad que sustentan las principales referencias y mandatos regionales y mundiales actuales.
En ese sentido, es necesario asegurar el acceso a servicios de salud integrales mediante un primer nivel de atención con capacidad resolutiva, en el marco de redes de servicios de salud, articulado con el resto de los niveles y ubicados en el espacio territorial de su población a cargo para responder a la mayoría de las necesidades de salud individuales y colectivas de la población, con intervenciones para la protección de la salud de la población.
Igualmente es importante la adopción de estrategias innovadoras para mejorar el acceso a servicios de salud que sean de calidad a partir de la utilización de tecnologías de la información y la comunicación que haga posible transformar los procedimientos de trabajo y mejorar la interacción participativa, la gestión de riesgo y el uso de la evidencia científica.
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